quirky gifts

Armando Ramírez recrea una de las razas de perros más queridas utilizando una mezcla ecléctica de piezas de chatarra. Combina engranajes, tornillos y cadenas de bicicleta para esculpir un schnauzer con su porte y bigote característicos. ¡Regálaselo a su amigo amante de los perros o, mejor aún, a un orgulloso propietario de un schnauzer! Las esculturas de Armando tienen un acabado rústico sin pulir. Las manchas y los rasguños pueden estar presentes en la pieza y el artista los ha dejado intencionalmente allí.

Armando Ramírez ha convertido su pasatiempo infantil de fabricar juguetes en una forma de arte que le ha permitido explotar su ingenio y su creatividad. Utiliza chatarra de talleres mecánicos y bicicletas para crear esculturas, piezas decorativas e incluso juegos de ajedrez. La popularidad de sus creaciones ha permitido a Armando abrir un taller y dedicarse de tiempo completo a sus actividades artísticas.

Esta escultura, sorprendente por su parecido, está elaborada utilizando varias piezas de automóviles de metal reciclado para representar una carretilla elevadora. artesano mexicano Armando Ramirez crea esta pieza de decoración del hogar para los entusiastas de la mecánica en su vida, que trabajan con pasión por convertir materiales reciclados. Esta pieza está hecha de tornillos, tuercas, cadena de bicicleta y otras piezas de chatarra.

Una mano robótica muestra el símbolo de paz en esta escultura caprichosa por Armando Ramirez. Reciclar una variedad de materiales, el artesano mexicano crea una estatuilla muy original. La mano está hecha de chapa, tubos y alambre, y las bujías aparecen como dedos.

Ramírez no da a sus esculturas un acabado fino y pulido, por lo que pueden aparecer manchas y rayones.

Este ejecutivo trabajador se sienta frente a su computadora bajo la luz de una lámpara de escritorio, con el teléfono siempre cerca. La estatuilla tiene un nivel de detalle fabuloso y una gran expresividad, una proeza considerando que todos los componentes son metálicos. Armando Ramírez le da forma al ejecutivo con una bujía de automóvil para el cuerpo, piezas de una máquina de troquelado para la cabeza y cables para los brazos y las piernas. Lo que una vez fue una mosquitera es ahora el teclado, y el resto de esta admirable escultura incluye láminas de metal recicladas, cables y otras piezas desechadas de una máquina de troquelado.

Ramírez no da a sus esculturas un acabado fino y pulido, por lo que pueden aparecer manchas y rayones.