wall painting

La cruz es un tema popular para el arte mural, pero Alejandro de Esesarte de México destaca su diseño al pintar a mano la pieza de acero en amarillo, naranja y dorado con un acabado craquelado para darle un toque espectacular y muy original. Es una pieza única y el complemento perfecto para los espacios de tu hogar.

Fresca y serena, la luna queda hipnotizada por el fuego ardiente del sol. Alejandro de Esesarte celebra su eterno romance en una escultura mural. El artesano mexicano trabaja en acero para darle forma a la hermosa imagen, pintándola a mano en colores festivos que van desde el morado intenso hasta el naranja brillante.

Debido a que cada pieza está hecha y pintada individualmente a mano, el tamaño y el color pueden variar ligeramente.

Una elegante mariposa poligonal despliega sus vibrantes alas naranjas. El artesano guatemalteco Pedro Apop elabora a mano una detallada escultura de cerámica, inspirada en su amor por la naturaleza. Agrega los motivos a la escultura usando pintura que él mismo mezcla cuidadosamente en un esfuerzo por aproximarse mucho a los colores naturales de la mariposa poligonal. Un gancho en la parte posterior permite la exhibición en la pared, o la escultura puede posarse sobre una mesa.

Pintado a mano en colores cálidos y alegres, este gecko nace del arte rupestre prehistórico. J. Blas esculpe la silueta suavemente curvada en chapa de hierro. Representa a Kokopelli, una imagen prehistórica considerada como una deidad que toca una flauta. Las leyendas sugieren que Kokopelli era un comerciante tolteca. Viajó desde el centro de México hasta los desiertos y montañas del sudoeste de los EE. UU., donde aparece en pinturas rupestres que datan de hace miles de años.

Sunlight drenches this batik on cotton work by K. Baka. Set in Aburi, an "aklowa" (village) about 30 miles north of Accra, the painting is a personal expression of what the artist considers to be one of his sanctuaries. The pair of cottage huts and coconut trees represent twins with whom he became enamored upon first visiting the village. Towering flora backdrop the serenity of Baka's refuge.

Aburi is a hilly town, renowned for its spectacular view, as the higher elevation affords glimpses of Accra rivaling those seen from a helicopter. Here also is the home of one of the world's most significant botanical gardens - a haven for exotic, tropical and medicinal plants. Inspired by the contrast between urbanity and the peace of the countryside, Baka elaborates this work using dyes extracted naturally from vegetables.